César Jannello, diseño de autor
El Arq. César Jannello desarrollará la silla primaria “la W”, pieza icónica del diseño nacional. La historia indica que su primer prototipo fue desarrollado en Mar del Plata con materiales de obra, pero su particularidad es que estos no eran de cualquier obra, sino que fueron parte de la Casa sobre el Arroyo (1943-1945), de Amancio Williams y Delfina Gálvez, declarada de interés patrimonial y convertida en Monumento Histórico Artístico Nacional (1997). El diseño de la silla toma la forma de una barra de hierro doblada para generar las cuatro patas, a esto se le suma un asiento y un respaldo de madera con formas geométricas puras, El único punto de unión, que liga sus extremos, está atado con alambre. Ya instalado en Mendoza el arquitecto realizará enormes y significativas modificaciones a este modelo primitivo, con una clara reminiscencia a los conceptos estructurales del BKF –el sillón que en 1938 fija el inicio del diseño moderno argentino–
De izq. a der.: Gerardo Clusellas, Alfredo Hlito y Tomás Maldonado en el edificio de Cerrito 1371, Buenos Aires, donde se encuentran los estudios de Axis y de OAM.
Archivo Fundación del Interior
Sin perder de vista la idea primaria de “la W”, todos sus rediseños se basaron siempre partiendo del concepto de una monobarra y soportes de madera. Propondrá variables con ejemplares de tres apoyos y de cuatro, en los cuáles las variaciones se darán en el vínculo entre sus partes. La versión final emplea la tensión estructural para sujetar la base y el respaldo mediante el calce, lo que permite elasticidad en el uso y algo de gran actualidad (aún al día de hoy) un rápido desmontaje sin recurrir a herramientas. Tiempo después, “la W” sufrirá reajustes ergonómicos, los mismo surgirán por indicaciones de Gerardo Clusellas, primer miembro argentino de la Sociedad de Investigación Ergonómica británica.
A pesar que Jannello no es mendocino y que su silla emblemática no haya sido creada en Mendoza, debemos decir que si el rediseño se dió al pie de la Cordillera de los Andes, con la asistencia del carpintero francés Talvá.
- Los principales compradores son arquitectos en contacto con la renovación teórica, esto se debe a que en Buenos Aires tiene como representantes comerciales a la OAM y a Tomás Maldonado
- La silla W se utilizará para equipar un pabellón promocional de máquinas de escribir en las Galerías Pacífico, bajo iniciativa del estudio de diseño y de comunicación de Axis.
- Podría decirse que se convierte en uno de los primeros diseños de autor, cuando el número inaugural de la revista Nueva Visión la publicita como silla Jannello.
- Será incluida en el catálogo Style AA por parte del decorador Raoul Guys, acontecimiento motivado al ser publicada en la revista francesa L’Architecture d’Aujourd’hui en 1947.
- Algo inédito sucede en 1949 cuando se convierte en el primer producto en integrar la segunda exposición abstracta – concreta del Grupo Arte Concreto-Invención -un movimiento nutrido por las teorías del suizo Max Bill-, logrando que el «Salón Nuevas Realidades» en la Galería Van Riel de Buenos Aires la considere como obra, debido a su concepción moderna y su carácter escultórico.
Silla W (c. 1951). Monobarra de hierro y madera. Producida en Mendoza y comercializada en Buenos Aires. Diseño: César Jannello. Archivo Jannello. MEC. Fundación del Interior, Mendoza, Argentina
A “la W” le seguirá la silla Desarmable (1950-1953) –denominada luego, “silla K”, la que se compone de un conjunto de elementos de madera de fácil transporte y manipulación, destinado al ensamblaje en destino por medio del encastre de sus partes y el acordonamiento del asiento. Va a ser producida en Mendoza, en Tucumán dentro del taller de Hilario Zalba y también en París por Guys. Podemos decir que está pensada bajo una idea similar a la corriente «DIY, do it yourself» o «hágalo usted mismo», modalidad que universaliza tiempo después la empresa sueca Ikea. A través del mismo sistema de unión simple con tornillos o barras roscadas, Jannello diseña una mesa, camas, cuchetas y sillas K pequeñas que serán para sus hijos.
Jannello también diseña la silla y el sillón Piola (1951). Un modelo adaptado de los sillones de jardín, creados para uso interno y externo, lo podríamos clasificar dentro de las reconocibles e incontables variantes del modelo anónimo Acapulco. Está formulado por un sistema que combina una estructura metálica y una superficie de apoyo flexible, este puede ser acordonado, mimbre o fundas de cuero o tela. El hierro permite variables, como apoyabrazos o respaldos más anchos, lo que facilita la obtención de distintos asientos con una misma dinámica constructiva.
Debemos considerar que el mobiliario de Jannello se produce a escala humana, siendo esta más bien baja y mediana. Pero en el caso de la silla W, el producto que logra mayor comercialización, pasará del armado artesanal a la fabricación en serie de sus componentes: los soportes de multilaminado se realizarán en Only y la herrería en los talleres metalúrgicos de Enrique Pescarmona. Algo a destacar es, que el buen vínculo que Jannello logra desarrollar con Pescarmona, hará posible que este le construya la carrocería de un jeep en 1952 y dos años más tarde, hará lo propio con la Torre de América.
Es oportuno marcar que Jannello durante el proceso creativo de la silla K, recibe en Mendoza la visita del diseñador Rison, esto nos permite intuir la existencia de una influencia creativa en él. Lo podremos observar cuando Risom entre las décadas del 40 y 50, en Nueva York, desarrolla la familia de asientos Risom, de visibles similitudes formales al diseño de Jannello, aunque con diferencias constructivas. En la propuesta norteamericana, el armazón es rígido y el encordado está sustituido por correas de paracaídas.
Aparte de sus maravillosos mobiliario este arquitecto también diseñará viviendas emblemáticas, como la platense Casa Curutchet (1953) de Le Corbusier –obra inicialmente dirigida por Amancio Williams– y otras locales, como la vivienda de Enrico Tedeschi (1954); arquitecto de la emblemática Facultad de Arquitectura de Mendoza.
Actualmente Editora Jannello, dirigida por María Jannello, nieta de César, produce los históricos diseños del arquitecto, con variantes contemporáneas.
Santiago Barbuy, soluciones económicas y de alcance social
El concepto de bienestar ligado al buen vivir y el auge del mobiliario moderno, serán condiciones propicias para la creación, esto permitirá el ingreso en la escena productiva local de Santiago Barbuy -joven cordobés llegado a Mendoza para estudiar en la Facultad de Arte y Diseño de la Universidad Nacional de Cuyo- que aprovechará para diseñar una variedad de modelos compuesto por sillas, banquetas, mesas, juegos didácticos, piezas que serán realizadas en su pequeño taller personal, proponiendo una producción a escala humana con tiradas cortas.
En Barbuy existirá un claro concepto que va atravesar su propuesta, serán soluciones económicas y de alcance social. Conceptos que se hará tangible en sus asientos, en ellos podremos reconocer la simplificación constructiva y el uso de materiales estándar. Un claro ejemplo de esto será la banqueta escolar ideada para el Taller Infantil de Estética Merceditas de San Martín, el que consiste en un esqueleto simple de caños metálicos, unido por una superficie de apoyo que baja por sus laterales que lo dota de resistencia estructural. Bajo la misma idea de brindar soluciones económicas, desarrollará para el mismo proyecto educativo, un grupo de piezas lúdicas integrado por figuras geométricas puras, con una clara estética bauhausiana, destinado a la composición de formas tridimensionales, a esto lo llamó Cori-Cori.
La creatividad de Barbuy permitirá llevar la vanguardia a los más disímiles escenarios institucionales y comerciales: generando avisos en periódicos, folletería institucional, murales para centros de estudios y hasta veredas diagramadas con baldosas hidráulicas.
Santiago René Barbuy
“Magos, adoración y fiesta”
Teatro vanguardista de abordaje integral: guión, realización, escenografía, vestuario, coreografía, utilería, imagen y filmación.
Archivo Intermitencia, diseño mendocino
Décadas después, ya instalado en Lima, su inquietud por la simpleza y la economía de medios seguirá vigente, esto es verificable en el sistema Vivienda Viva, una casa modular de madera, adaptada para ser edificada según las necesidades de cada familia y con posibilidad de transformarse rápidamente. Cómo así también su preocupación por la adaptación del diseño a las diferentes edades seguirá intacta y lo movilizará a publicar el primer Manual antropométrico del hombre peruano (1985), se podría decir que era parecido a El Modulor de Le Corbusier, pero con el habitante del país latinoamericano como parámetro de medida.
Colette Boccara, un claro ejemplo de localización productiva
Parte de la vanguardia mendocina está incentivada por una mujer, ella creará otra experiencia productiva exitosa en la región -también ligada a Jannello- Colette Boccara la franco-argentina -hija del representante de la editorial Hachette en Buenos Aires, organismo vital para la difusión de la cultura francesa en Argentina-, que llegará a Mendoza con el título de «arquitecto» que será obtenido en la Escuela de Arquitectura de la Facultad de Ciencias Exactas y Naturales de la Universidad de Buenos Aires, UBA -logrado con tan solo 24 años de edad- y de ganar numerosos concursos estudiantiles.
Será en Mendoza donde iniciará la producción artesanal de piezas utilitarias a partir de moldería. Se inicia cómo ceramista en 1953, durante el cursado como alumna en la Escuela de Cerámica de la UNCuyo. Esta actividad la lleva a investigar con Franco y César Jannello, su marido, algunas canteras locales de arcilla y con el material extraído se dedicará a generar la alquimia mediante la experimentación con base química, su búsqueda será la creación de un tipo de gres. Boccara instrumenta los mecanismos para poner en marcha un taller en el fondo de su casa de la calle Clark 479, en la Ciudad de Mendoza, allí nacería el germen de su empresa COLBO, algo que tal vez imaginaba pero que aún no conocía, pero seguramente lo que si desconocía, es que en es momento estaba generando lo que hoy denominamos un emprendimiento de garaje.
En este taller, entre otros elementos, desarrollará unos platos triangulares que serán de extrema innovación formal, los que se van a diferenciar enormemente de la clásica vajilla –réplica de la europea– que se acostumbra tener en las mesas mendocinas. Ya para ese entonces en su reverso, cada cada pieza lleva la inscripción «Colbo”, que surge de la contracción entre su nombre y su apellido, nada nuevo para ella, ya que este juego de sílabas lo utiliza como firma desde su escuela primaria, pero ahora, quedará grabado cómo denominación de su emprendimiento.
Taller Colbo (c. 1955). Producción de tazas por método de colado. Atrás, macetero de cerámica torneada y estructura de hierro. Calle Clark 479, Ciudad de Mendoza. Diseño: Colette Boccara (der.).
Archivo Intermitencia, diseño mendocino
Colette en muy poco tiempo logra penetrar de manera favorable en el mercado con una combinación infalible, el gres rojo con el esmalte blanco, haciendo que este maridaje de tonalidades se convierta en objeto de consumo, algo que perdura al día de hoy tanto en Mendoza cómo en el resto de Argentina. No corren la misma suerte sus primeros objetos en los que proponía distintas terminaciones de colores de esmalte y donde también aplica decoraciones a tono con las corrientes estéticas que buscan una síntesis formal abstracta. Muchas de estas piezas se conservan como parte de su colección personal, dado que no revistió -en su momento- interés de los compradores, pero sobre todo por su favoritismo hacia ellas.
Se debe destacar que Colbo fue un hito en la provincia, convirtiéndose en un modelo de cadena productiva acabada. En la empresa se reconoce un círculo virtuoso que comprende desde la localización y la recuperación de materias primas en Cacheuta –a los pies de la cordillera de los Andes–, pasando por el diseño, la adecuación del material y la fabricación, hasta la promoción y la comercialización de los productos. En la actualidad Colbo sigue siendo un claro ejemplo de localización productiva.
Para 1957 Boccara se encuentra separada de Jannello por lo que su rol en el medio mendocino resulta al menos incómodo. La vida de Collete es demasiado para la época, separada y ser mujer con un liderazgo innato no está bien visto, mucho menos ejercer en soledad la crianza de sus hijos o ser la arquitecta que recorre en jeep las montañas, un modo de vivir que interpelará al conservadurismo social predominante. Nada muy diferente que no le haya ocurrido a otras mujeres argentinas contemporáneas, donde su mera presencia permitirá romper con la invisibilización de la fuerza femenina en los diferentes campos que al momento se encontraba habilitados solo para los hombres.
Por diversos motivos la empresa debió cerrar sus puertas para los ’80, pero en 2007, Matías Jannello, hijo de la arquitecta, decide volver a producir «los Colbo», innovando al igual que su madre y logrando mantener vivo su legado.
A modo de conclusión, para comprender creativamente al oeste argentino entre los ‘30 a los ‘60
Si se llegó hasta acá, se observará que la etapa comprendida entre los ‘30 a los ‘60 será decisiva para la reformulación de ideas al pié de los andes argentinos. Ideas que serán materializadas en diversos ámbitos vinculados a la cultura, la educación, la economía y la labor profesional. La producción de vanguardia se dará en este contexto de agitación creativa. Momento en que avanzan y se fusionan las disciplinas, se rechazan los postulados elitistas con una adecuación a la sociedad de masas en pos de los nuevos hábitos de consumo, bajo la premisa de trazar una directriz hacia el futuro. Pero ni Argentina ni la región aún sabían que los ‘70 vendrían con el plan Cóndor -previamente Argentina, en 1955 sufre una dictadura cívico-militar denominada “Revolución Libertadora” que derrocó al 2do gobierno constitucional de Juan Domingo Perón, cancelando la democracia- una plataforma que se instaura con sus prácticas represivas cómo principal objetivo para facilitar la destrucción de los opositores, al igual que la economía, la cultura, la producción, entre otras cosas…
Fuente: Intermitencia, diseño mendocino editado por Wustavo Quiroga y Juan Ruades Fundación del Interior / Fundación IDA
Fotos: Foroalfa, Intermitencia, diseño mendocino